Después de ocho días Dios contestó a mi petición. Sin embargo, no era en absoluto lo que esperaba. Una tarde de domingo mi esposa, nuestra bebé, y yo conducíamos en la ciudad para el servicio de la tarde. Nuestra hija pequeña finalmente se puso a dormir y comencé a orar. Porque últimamente me había consumido en el pensamiento por los perdidos sin Cristo, empezé naturalmente a dirigir mis oraciones hacia esto una vez más.
Esto entonces parecía sin esfuerzo alguno de mi parte y comenzé a orar para " la iglesia " - la iglesia universal. Esto parecía extraño porque yo no tenía ninguna comprensión de este concepto ni lo hice incorporar en mi pensamiento antes. Repentinamente, un llorar que no podía controlar me vino encima. Una pena que parecía irrazonable se levantó en mi corazón. Sentía como si un cuchillo aserrara a través de mi corazón. Una sensación similar, supongo, a lo que sentiría si estuviera de luto por la muerte de mi esposa y mis niños. Era una pena incontrolable la que se había incorporado en mi corazón.
Miraba fuera de la ventanilla izquierda del carro desconcertado por lo que me sucedía. ¡Lo qué vi entonces fue aún más sorpendente! Vi al Señor viniendo a Su gente. Él era una figura distante, una figura en lo alto del cielo. En ese instante me dije a mi mismo, " Oh, no... Soy un buen muchacho Bautista. ¡Los Bautistas no tenemos alucinaciones! " Entonces en el campo debajo del Señor ví una inmensa multitud de gente. Supongo que eran millones. Entonces ví como todo alrededor se descoloró excepto por una persona que estababa muy lejos en el horizonte. En un instante, en el Espíritu mi visión fue directament hacia esa persona. Era alguien que estaba parada de espaldas hacia mí. Parecía una mujer en un vestido largo, tal como un vestido de boda. Sin embargo, algo parecía incorrecto. El vestido estaba manchado, asqueroso, y rasgado. Entonces fui muy cerca hacia de la mujer mientras que ella volteó su cabeza y me miró. ¡Cuando la vi grité aterrorizado!
Lo que vi no fue una mujer en todos los aspectos sino una muchacha joven- demasiado joven para estar en un vestido de una boda. Sin embargo ella tenía unas características de una anciana. Le faltaban casi todos los dientes. Solo tenía cabello en pedazos y mechones. Podría decir que no era más que un esqueleto; extremadament delgadita y enferma. Había una mirada desesperada fija en sus ojos que se asemejaba a las fotos que había visto con anterioridad de las mujeres de Etiopía muriendo de hambre.
En ese mismo instante la frase vino a mi mente, " la novia de Cristo ". Pensé, " Señor, ¡Tú no puedes casarte con esa! " Yo miraba hacia arriba al Señor. ¡Entonces Él volvió la espalda y se fue! Votleé entonces a ver a la mujer pero ya se había ido también. En su lugar estaban otra vez esa inmensa multitud que había visto al principio de la visión. Todos ellos miraban para arriba hacia el lugar donde unos momentos antes había estado el Señor. Todos tenían sus manos levantadas, pero algo curioso sucedía, nadie decía palabra alguna. Me parecía tan extraño que no hubiera un simple sonido de esa gran multitud. Nadie rogaba, ninguna voz estaba gritando, ni el más leve ruegó al Señor que regresara. Entonces escuché al Señor que me dijo, " ¡VÉ, PREPARA A MI GENTE PARA RECIBIRME, PORQUE VENGO EN BREVE! "
Parecía como si otra carga infinita fuera puesta ahora sobre mí. La comisión que el Señor me acababa de dar parecía imposible. Le pregunté entonces, " ¿Cómo, Señor? " Realmente no esperaba alguna respuesta pero Él contestó inmediatamente, " Así es cómo. " Entonces Él de alguna manera tocó mi corazón con un amor que quitó todo el dolor que yo había sentido durante la visión. Tenía una experiencia del amor de Dios que era tan santo que creo que no puede ser permitida para intentar describirla, si algunas palabras existieran para describirla. Pensé -Tengo que pedir que Dios se detenga antes de que yo muera de pura alegría. Él hizo así inmediatamente. La pena me dejó tan totalmente que de repente dudé que había visto la visión alguno.
Continuamos a la reunión de la tarde en la iglesia. Yo estaba contento de que esta experiencia había terminado. Las cosas estaban muy bien hasta que la gente comenzó a reunirse y el servicio comenzó. Cuando yo miraba a la gente reunida allí empezé a llorar incontrolablemente y el aungustia vino sobre mi otra vez como durante la visión. Esto sucedió en cada reunión que assistíamos hasta que tuve que permanecer simplemente en casa, el dolor era demasiado grande. Comencía a mirar a predicadores en la TV en lugar de ir a la iglesia los domingos. Pero cuando la cámara de televisión pasaba sobre las audiencias yo lloraraba por la gente de Dios. Lloré por dos años, a partir de 1979 a 1981 hasta que no quedaban mas lagrimas.
¿Qué significa la visión? ¿Está esto la manera en que Dios mira en nosotros? No, Dios el Padre no nos considera en esta manera. Él nos ve a través de la sangre de Su Hijo, Jesús. Así pues, ¿qué? Creo que la visión representa el estado práctico de la iglesia (por lo menos en 1979). Éste es un cuadro de nuestro estado de preparación y de nuestro amor para el Señor. No estamos listos para entrar en las grandes cosas de Dios. No somos maduros y hemos sufrido los efectos de la maldición y del abuso del enemigo. Como un pueblo no nos hemos limpiado y no nos hemos preparado para encontrar al Señor y para entrar en una relación profunda con Él. ¡Su corazón se aflige para su novia que se da a si misma a cada dios que anda por la calle!
No hay voz de la condenación de este siervo. Solo una exhortación " preparen el camino del Señor". Jesús viene pronto. Él viene para una novia que sea pura y lista a recibirle. Seamos esa novia y así que también traeremos con nosotros una multitud de almas, de otra manera, perdidas.